sábado, 18 de mayo de 2019

EL TRAJE “MADRID” LA PENÚLTIMA OBRA DE ARTE DE SASTRERÍA OLEGO



La festividad de San Isidro, patrón de la villa y corte de Madrid, ha servido de  argumento para la penúltima obra de arte de Sastrería Olego: el traje “Madrid”.





De sobra es conocida mi vocación por encargar trajes temáticos o que obedezcan a criterios conceptuales. En este caso, con motivo de la festividad de Santo patrón de Madrid, he querido rendir un tributo a mi ciudad, en la que nacieron mis abuelos y los abuelos de mis abuelos, y aunque hoy esté convertida en una gran urbe cosmopolita, no por ello ha perdido sus tradiciones ni el sabor castizo de ser, como lo definía Mesonero Romanos, un poblachón manchego.



El encargo ha recaído sobre uno de los sastres más versátiles y creativos que existen hoy día a nivel internacional, Don Alberto Olego.



La creación y diseño del traje fue una entretenida labor que hicimos Alberto y yo de búsqueda de elementos personalísimos que nos permitiera reflejar el carácter de una ciudad en un traje. Por esa razón se encuentra plagado de guiños a aspectos que caracterizaran a Madrid.



Lo primero fue elegir la tela, para ello seleccionamos una que fuese un dibujo a cuadros que tuviera reminiscencias del tradicional atuendo chulapo. La tela la elegimos de un muestrario de americanas, que en principio no está pensado para trajes, pero me daba la impresión de que el resultado podía ser interesante y, sobre todo, diferente. Y es que hay que ser siempre algo atrevido si no se quiere vestir como todo el mundo.








La parte más interesante a la hora de abordar el tema seleccionado han sido, sin duda, los forros donde Don Alberto Olego ha demostrado una vez más que la tradición artesanal no se encuentra reñida con la innovación técnica. En este caso los forros son reproducción de monumentos y calles emblemáticas de Madrid.



Del mismo modo tomamos la decisión de innovar en las mangas, haciendo un martillo quebrado o inclinado, al igual que los ojales del chaleco, lo que constituye un guiño a las torres Kio que rematan Madrid en la zona norte.








El color burdeos de los ojales lo seleccionamos tomando como referencia, el color del estandarte de la villa de Madrid, que es el color tradicional del pendón de Castilla. Para ello hicimos una prueba de los diferentes tonos de ese color, hasta que dimos con el más idóneo:






La ejecución del traje es, como siempre que se trata de mi amigo Alberto Olego, sencillamente perfecta. Por eso el título del presente artículo no hace referencia a la última obra de arte del gran sastre Alberto Olego, sino a la penúltima, porque conociendo a Alberto la última siempre estará por llegar.





Lucio Rivas

4 comentarios:

  1. Una pregunta que no viene mucho al caao, Lucio. En el caso de un chaleco cruzado para chaqué,se abotona al completo o se deja un botón desabrochado? Gracias de antemano.

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    1. Estimado Pablo: si se trata de chaleco cruzado lo conveniente es abrochar todos los botones. Por el contrario, si se trata de un chaleco de una hilera puede desabotonarse el último, y en ocasiones también el primero.
      Reciba un saludo muy cordial

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  2. Qué genial, mucha similitud con la creatividad en la cocina pero plasmada en una prenda de vestir. Muchas gracias por sus aportaciones. Enhorabuena!

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