La corbata de punto, también llamada de tricot o knitted tie,
pertenece a ese tipo de complementos cuyo encanto reside en la textura, lo que
le convierte en una prenda informal y cálida a la vez.
![]() |
La corbata de punto se ha convertido en símbolo de la elegancia
relajada, |
Su historia se remonta a la década de 1920, cuando los
tejidos de punto, hasta entonces reservados al deporte y al descanso, comenzaron
a infiltrarse en la vida urbana.
El auge del estilo informal británico, impulsado por el
mundo del golf, el tenis y la náutica, trajo consigo una nueva sensibilidad que
posibilitó el uso de la ropa cómoda, pero sin perder la distinción.
Fabricada fundamentalmente en lana su forma sin entretelas ni refuerzos interiores la hacía flexible, ligera y naturalmente elegante. Era el complemento perfecto para los hombres que empezaban a vestir blazers, jerséis finos o chaquetas de tweed.
Durante los años 50 y 60, figuras
como Sean Connery, Gianni Agnelli o Miles Davis la popularizaron en contextos
muy distintos, demostrando su versatilidad, ya que podía acompañar tanto un
traje de franela gris como un cárdigan de cashmere.
![]() |
La corbata de punto nació como accesorio
híbrido entre el club y la oficina. |
II. Rasgos distintivos.
La corbata de punto se distingue fácilmente de la
tradicional por los siguientes elementos característicos:
Tejido: está tricotada, no tejida en sarga. Esto le confiere
textura visible y un tacto más vivo.
Forma: su extremo inferior es recto, no en punta. Este
detalle, heredado del proceso de confección en telar, le da un aire desenfadado
y menos formal.
Estructura: carece de forro o entretela, por lo que su caída es natural
y flexible.
Ancho: suele oscilar entre 5,5 y 6,5 cm, una medida que
armoniza con la mayoría de cuellos y solapas.
Nudo: se adapta mejor al nudo simple o four-in-hand,
estrecho y asimétrico, que complementa su textura informal.
![]() |
El mensaje de la corbara de punto es que la elegancia no tiene por qué ser
solemne. |
III. Su carácter marcadamente informal
La corbata de punto pertenece, por naturaleza, al territorio de la informalidad elegante. No es una prenda de ceremonia ni de protocolo, sino un recurso estilístico para suavizar la rigidez y rigor de la indumentaria clásica.
Su textura, su caída flexible y su terminación plana transmiten una actitud relajada, más próxima al refinamiento del club británico o del café parisino que al despacho ministerial. En el lenguaje sartorial, representa el espíritu de los viernes informales antes de que existieran, porque es una forma de vestir con respeto, pero sin solemnidad. Esa imagen que traslada le hace convertirse en la corbata del arquitecto, del escritor o del viajero, más que la del abogado o el diplomático.
Precisamente por esa imagen que traslada resulta idónea su combinación con tejidos naturales, tipo tweed, y con conjuntos que buscan armonía más que rigor protocolario, por lo que no exige zapatos de riguroso estilo oxford.
![]() |
La corbata tricot se encuentra a mitad de camino entre la estructura del traje y el estilo informal. |
IV. La caída y el nudo
Uno de los rasgos más singulares de la corbata de punto es su caída vertical, que difiere notablemente de la corbata tradicional. Al carecer de entretela, no tiene peso ni estructura que la guíe, por tanto, descansa sobre el pecho con una ondulación ligera. Esa irregularidad le otorga mucha naturalidad, pero exige un notable equilibrio en el conjunto.
Su grosor plantea un reto técnico, y es que el tejido tricotado aumenta mucho el volumen del nudo, y puede resultar excesivo si se elige el nudo incorrecto. Por eso, el nudo simple es el más apropiado para esta corbata, ya que permite mantener proporción sin deformar el cuello de la camisa.
El nudo doble y, por supuesto, el nudo windsor, deben descartarse porque son
demasiado anchos para este tipo de corbatas y rompe la armonía del conjunto.
![]() |
| Ejemplo de pésimo control de la caída de una corbata de punto |
En esta corbata reviste especial importancia el ajustar la longitud con precisión y dejar el extremo inferior apenas rozando la hebilla del cinturón. Una caída descentrada o un nudo abultado destruyen, mucho más en este caso, el equilibrio visual, mientras que un nudo pequeño y asimétrico realza la textura del punto.
![]() |
La corbata de punto es un accesorio con identidad propia que reinterpreta la corbata clásica. |
V. La textura
En el arte de vestir la textura ayuda a expresar la intención de la indumentaria. Alguna vez se ha señalado que la textura cumple la
misma función que la entonación en la voz, ya que ayuda a matizar el mensaje
que transmite nuestra vestimenta. En este sentido una corbata de seda lisa
proyecta autoridad, mientras que una de punto comunica confianza.
En su superficie irregular hay una calidez visual que suaviza cualquier conjunto, por eso la corbata de punto siempre resulta ideal para romper la homogeneidad y rigor de un traje, ya que aporta contraste poque introduce relieve y añade profundidad. El ojo humano agradece esa aparente imperfección que es una tensión entre orden y naturalidad.
![]() |
| La corbata de punto es en si misma toda una declaración de intenciones. |
VI. Cómo combinarla
La corbata de punto es muy versátil, poque su textura le permite moverse con soltura entre diferentes estaciones y diferentes contextos. Con trajes de tweed o franela consigue un equilibrio perfecto entre rusticidad y refinamiento. Con americana de algodón o lino logra un interesante contraste y trnasmite ligereza en climas cálidos. Con jersey o cárdigan traslada ubna imegen de estilo intelectual, relajado y europeo. Con blazer marino es la combinación más clásica.
![]() |
| Su textura irregular es toda una lección de estilo |
VII. El color y la personalidad
La corbata de punto permite una libertad cromática que la corbata tradicional rara vez tolera. Sus tonos absorben la luz con naturalidad, mostrando matices profundos y nobles. El azul marino, el burdeos y el verde son sus aliados naturales, y los tonos mostaza o topo son sus guiños más atrevidos.
VIII. La resurrección contemporánea
Su reciente resurgimiento en las colecciones de Drake’s, Rubinacci, Anderson & Sheppard o Marinella no nos debe sorprender. El gusto por lo auténtico ha devuelto protagonismo a las texturas, al tacto, a la imperfección intencionada. En un mundo digital la irregularidad del tricot es una forma de volver verdad ya lo auténtico.
![]() |
| Este tipo de corbatas traslada siempre una especie de naturalidad informal |
IX. Cuándo y cómo llevarla
Es ideal para jornadas de trabajo informales, para fines de
semana o viajes. También es perfecta para eventos diurnos donde se prime la naturalidad a la solemnidad.
Debe llevarse con nudo simple, con camisas de cuello blando, evitando siempre alfileres o pasadores.
Tiene que coordinarse con tejidos mates o naturales.
![]() |
| la elegancia no necesita rigidez para convencer |
X. Simbolismo y carácter
Más allá de la prenda, la corbata de punto tiene una personalidad que podríamos llamar ética, ya que representa al hombre que entiende la elegancia como una combinación entre formalismo y comodidad. Es una corbata que se predica más entre hombres maduros que entre jóvenes, y es que para mí representa al hombre que ya no necesita demostrar.
LUCIO RIVAS











No hay comentarios:
Publicar un comentario