martes, 15 de septiembre de 2015

BEERWORKING O VINO ESPAÑOL

 
 
En primer lugar empezaré describiendo ambos eventos y observando sus similitudes y paralelismos, con el fin de que podamos discernir qué preferimos y qué se adecúa más a cada situación.

El ¨vino español¨ (también llamado vino de honor en otros países de habla hispana), consiste básicamente en una forma de agasajar a los invitados a un acto, sea del índole que sea con una especie de cóctel rápido, el cual no durará más de tres cuartos de hora, una hora a lo sumo, en que se tomarán una o dos copas máximo. Se pasarán algunos canapés, embutidos o similares, con el fin de ¨picar algo¨, cosas que se puedan comer con la mano, sin necesidad de cubiertos, mientras tomamos el vino (no quiere decir que sólo vaya a haber vinos, ya que puede haber más bebidas, pero será ésta la predominante).




Su finalidad no es otra que amenizar un acto anterior, en un espacio relativamente cercano al lugar donde éste se haya desarrollado y que los invitados puedan relacionarse entre sí de una forma más cómoda, sirve para conocer a las personas que hayan llamado nuestra atención en el acto previo y saludar a otras aquellos que ya conocíamos de antes.
Será un acto formal en el que iremos vestidos con la ropa que podríamos llevar a un cóctel.

Asistentes a un vino español 


Ahora pasaremos a comentar el nuevo formato que se está imponiendo: el ¨beerworking¨ (no quiero pecar de usar demasiados anglicismos, así pues sólo usaremos éste). Se trata de una forma  más ligera, menos sonora que ¨un vino español¨, cuya sonoridad creo que impresiona más que un ¨beerworking¨, algo que se está poniendo muy de moda para hacer ¨netwoking¨, o como se hubiera dicho toda la vida, establecer una red de contactos no de forma social, sino estrictamente profesional, una forma de darse a conocer los nuevos emprendedores y de interactuar entre ellos. En éste tipo de actos, se sustituye el vino por una cerveza, para darle un aire más jovial, pero viene a ser el mismo formato que el ¨vino español¨, pero con esa vuelta de tuerca de quitarle lo formal y hacerlo más distendido y relajado, pues en muchos eventos de éste tipo, al estar enfocado sobre todo a gente joven, podemos encontrar  desde juegos con los que interactuar, asesores que nos enseñarán a cómo dejar nuestra marca personal e identificativa, gente que nos indicará cómo y a quién vender nuestro producto, etc…

Asistentes a un "beerworking"
 
En el beerworking iremos quizá con un atuendo más relajado, más juvenil, más informal, en el que podemos llegar a ver hasta unas deportivas, una gorra o un DJ de fondo; puesto que es un acto más despreocupado.
En mi opinión más modesta y desde un punto de vista evolutivo, el beerworking, tan de moda actualmente, es el vino español, enmascarado con una birra en la mano y todo fluye en el entorno, vamos que es una forma de mantener la tradición dándole un poco la vuelta y haciéndolo más laxo. Como sigamos en esta línea no sé a qué punto vamos a llegar. Para mí la dignidad y prestancia que otorga a cualquier acto un clásico no la puede dar ¨una birra en la mano¨ que es más propio de un encuentro deportivo o una barbacoa familiar que del ámbito de los negocios y la vida social. Al final los que hoy empiezan haciendo beerworking, terminarán el día de mañana haciendo un ¨vino español¨, al menos eso espero.
Para concluir me despido con un brindis de un magnífico vino  español y diciendo que como dijera Ernest Hemingway ¨el vino es la cosa más civilizada del mundo¨ que hace la vida más llevadera, alivia tensiones y genera tolerancia.

Sandra Hernanz Terrero

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