domingo, 28 de diciembre de 2025

TECNOLOGÍA Y CORTESÍA: EL PROTOCOLO DIGITAL

 


En el siglo XXI, el espacio social ya no se limita a los salones, las oficinas o los espacios públicos físicos. Existe un segundo escenario donde hoy se construyen reputaciones, relaciones y percepciones, como en el entorno digital.

Teléfonos móviles, correos electrónicos, mensajes y redes sociales conforman una extensión de nuestra presencia social. En ese espacio, la cortesía no ha desaparecido, sino que ha cambiado de forma.

I. El nuevo territorio de la etiqueta

La etiqueta tradicional regulaba el saludo, el trato personal, el vestir o el comportamiento en espacios públicos. Hoy, esas mismas reglas deben aplicarse a una llamada telefónica, un mensaje de WhatsApp, un correo electrónico, una publicación en redes sociales, una videollamada y una reunión en remoto.

La diferencia es que, en lo digital, los gestos no se ven, pero sus efectos son inmediatos y duraderos.

II. El teléfono móvil

El uso del teléfono es quizá el mayor reto de la etiqueta contemporánea. El principio fundamental es la atención. Por eso, consultar el móvil mientras alguien nos habla transmite el mensaje de que hay algo más importante que nuestro interlocutor.

En conversaciones presenciales el teléfono debe permanecer fuera de la mano, en silencio y fuera del campo visual. Solo una emergencia real justifica interrumpir una conversación.

Llamar sin previo aviso en horarios inadecuados es una forma moderna de descortesía. En muchos casos, un mensaje previo preguntando «¿puedo llamarte?» es hoy una muestra básica de respeto.

Hay que tener especial consideración en espacios públicos. Hablar por teléfono en voz alta en trenes, restaurantes o salas de espera invade el espacio ajeno y es, cuando menos, una descortesía, y casi siempre una falta de educación.



III. El correo electrónico

Un correo electrónico es una carta moderna y debe reflejar educación. Las reglas esenciales son: saludo adecuado, tono respetuoso y claro, ortografía cuidada y despedida correcta.

Los correos impulsivos, desordenados o sin saludo transmiten una severa falta de consideración.


IV. Mensajes

En esta materia hay unos principios básicos: no exigir respuesta inmediata, evitar mensajes fuera de horario sin urgencia, mantener el respeto incluso en mensajes breves y cuidar el lenguaje. Un mensaje mal escrito, sin saludo ni despedida, puede resultar más descortés que el silencio.

V. Redes sociales

Las redes sociales son escenarios públicos, y todo lo que allí se publica permanece, circula y construye reputación. Por lo tanto, debe existir cortesía digital en redes, lo que supone que no se debe humillar, no ironizar con crueldad, no exponer conversaciones privadas y no escribir impulsivamente bajo emoción.


VI. Videollamadas: la nueva sala de reuniones

Una videollamada exige, como una reunión presencial, puntualidad, vestimenta adecuada, atención visual, silencio ambiental y respeto al turno de palabra. Encender la cámara implica asumir presencia, y no debe apagarse sin motivo.

La tecnología ha transformado nuestras formas de comunicación, pero no ha abolido las reglas fundamentales de la convivencia. El verdadero caballero contemporáneo no es quien domina los dispositivos, sino quien los utiliza con sensibilidad, mesura y respeto.

En la era digital, la elegancia no se mide por la rapidez con que respondemos, sino por la calidad de nuestra atención.

Las reuniones virtuales se han convertido en una extensión natural de la vida profesional. Ya no son una excepción ni una solución provisiona, ya que forman parte del tejido cotidiano del trabajo contemporáneo.

Sin embargo, su aparente informalidad tecnológica ha generado una peligrosa confusión: creer que, porque el encuentro es digital, las normas de la cortesía pueden relajarse. En realidad, ocurre lo contrario.

En una reunión virtual no desaparece la etiqueta, sino que adopta nuevas formas.

La etiqueta en una reunión virtual se construye mucho antes de pulsar el botón de “unirse”, y exige el cumplimiento de las siguientes normas:

1º) Puntualidad. Conectarse tarde a una reunión virtual es tan descortés como llegar tarde a una presencial. La tecnología no excusa la falta de previsión, por lo que comprobar cámara, micrófono y conexión es una forma de respeto hacia el tiempo ajeno, y debe hacerse antes de conectarse. Nada resulta más incómodo que dedicar los primeros minutos a resolver problemas que podían haberse evitado.

2º) Entorno adecuado. El fondo visible comunica tanto como la vestimenta. Un espacio ordenado, neutro y silencioso transmite profesionalidad, serenidad y respeto.

3º) Apariencia. Aunque solo se vea la parte superior del cuerpo, la vestimenta importa por simple coherencia con el contexto profesional. Por ello es fundamental elegir colores sobrios, tejidos mates, evitar camisetas, ropa deportiva o prendas excesivamente informales.

4º) El lenguaje corporal en la pantalla. Por ello se debe mirar a la cámara, ya que equivale a mirar a los ojos en una conversación real. Hablar mirando la pantalla o el teclado transmite desconexión. Una postura erguida y estable comunica interés y respeto. Reclinarse, moverse en exceso o adoptar gestos distraídos rompe la concentración colectiva.

5º) Debe evitarse gesticular en exceso ya que distrae. Por otro lado, la ausencia absoluta de expresión resulta fría. El equilibrio es la clave de la presencia digital.

6º) El uso del micrófono. El micrófono debe permanecer en silencio cuando no se está hablando, y debe evitarse teclear con sonido, mantener conversaciones paralelas, ruidos domésticos e interrupciones no relacionadas con la reunión.

El control del micrófono es hoy uno de los signos más claros de educación profesional.

7º) Intervenciones. Las reuniones virtuales requieren una disciplina especial, por lo que no se debe interrumpir, hay que esperar el turno, no se debe monopolizar la conversación y hay que expresarse con claridad y concisión.

Responder correos, consultar el teléfono o escribir mensajes durante una reunión virtual es perfectamente visible, aunque se crea lo contrario.

8º) Cierre de la reunión. Una reunión debe terminar como empezó, con educación. Por lo que debe agradecerse el tiempo compartido, despedirse con corrección y cerrar la conexión sin brusquedad.

Feliz Navidad

LUCIO RIVAS

1 comentario:

  1. Buenas tardes ,
    Sin duda un artículo muy de actualidad. Tengo una consulta sobre los emails, cuando se sigue un hilo el mismo día, donde ya has escrito o contestado más de dos veces, se debe de seguir empezando la respuesta con un “Buenos días”, yo confieso que me parece muy poco productivo y ágil.

    Muchas gracias por el artículo y feliz 2026.

    Eneko.

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