domingo, 14 de diciembre de 2014

La Pintura de Eugene Boudin




Eugène Boudin es uno de mis pintores predilectos. Nació en 1824 y fue un pionero el paisajismo que podemos llamar natural, porque hasta entonces los pintores desarrollaban su labor exclusivamente en el estudio, ya que su actividad se solía considerar como la de un artesano que trabajaba en su taller.


Sin embargo, Boudin fue uno de los primeros paisajistas franceses en abandonar el estudio para pintar al aire libre. De este modo la inmensa mayoría de su obra está constituida por paisajes, fundamentalmente de carácter marino.


"Todo lo que esté pintado directamente y sobre el terreno, tendrá una fuerza, una potencia, una vivacidad que no se encuentran en el taller." 


En su pintura se comprueba una evidente influencia de los maestros holandeses del siglo XVII. En 1859 conoció a Gustave Courbet, que ejerció también una importante influencia en su vida y, a través de él entró en contacto con el célebre Charles Baudelaire, quien le permitió introducirse en círculos en los que se dio a conocer su obra, lo que le permitió debutar en el Salón de París en el año 1859.



Boudin fue gran amigo de Claude Monet y ambos participaron en la primera muestra impresionista en el año 1874. Desde entonces está considerado como uno de los precursores del movimiento impresionista, aunque no todos los estudiosos del arte opinan de la misma manera, ya que su estilo marca para muchos de ellos la transición entre el realismo de Corot, y el Impresionismo que comienza con Monet. Yo particularmente creo que  podemos encontrar en la pintura de Boudin elementos claros de transición entre ambos movimientos, y también ejemplos muy evidentes del comienzo del impresionismo más puro.



En mi opinión Boudin es el pintor que más y mejor ha tratado el tema del cielo y las nubes, con una variedad de tonos, colores y formas, consecuencia de su perfecto manejo de las veladuras y del óleo. 
En este sentido resulta muy característico de su pintura que un tercio del lienzo tiene como destino escenas del mar o tierra firme, y las dos terceras partes restantes de aquel, lo conforma el cielo, que dominó en todas sus obras con una maestría difícilmente superable. 
Boudin fue un consumado experto en marinas y cielo. El tratamiento del agua de su obra aporta un estudiado resplandor de la luz que se refleja en las masas de nubes y los charcos de la orilla. En este sentido las olas o las nubes  responden a una pincelada muy suelta y, por lo tanto, imprecisa. Esto probablemente obedezca a una rapidez en la ejecución de obras lo que le otorga, sin ningún género de dudas, el carácter de precursor del primer movimiento del impresionismo. 



En este sentido manifestaba que hay que mantener «una obstinación extrema para no salirse de la impresión primitiva, que es la buena». Esta frase entraña el germen del impresionismo.
Boudin en su época fue acusado de no acabar sus cuadros. El acabado, si consistía en llegar a describir el tema con mucho detalle, le parecía el fin de la espontaneidad, defendiéndose con el argumento de que no ha de ser un detalle lo que impresione de un cuadro, sino todo el conjunto.



"Los románticos tuvieron su época. A partir de ahora hace falta buscar las simples bellezas de la naturaleza."


L.R.


No hay comentarios:

Publicar un comentario