Cualquier conducta humana se encuentra sujeta a unas normas de protocolo, que si bien no son normas escritas, son normas de comportamiento social y su observancia está directamente relacionado con el nivel de educación del individuo.
Entre esas normas se encuentra el protocolo del automóvil, que en cierta medida es heredado del que existía con los carruajes de caballos.
Lo primero que hemos de conocer es lo referente a los lugares de importancia en el automóvil. El lugar de menor importancia siempre va a ser el del conductor, que es el lugar reservado para el chofer.
El asiento de mayor relevancia en el automóvil es el asiento trasero contrario al que ocupa el conductor.
El segundo asiento en importancia, es el trasero situado detrás del conductor, posteriormente sería el asiento central de la parte posterior y, por último, el asiento situado al lado del conductor.
Esta distribución se encuentra siempre condicionada a si llevamos chofer o no, y también por el hecho de si vamos con unos amigos o parejas.
Por ejemplo, si son dos matrimonios con un chofer, el hombre de más edad ocupa el asiento principal, su cónyuge ocupa el asiento situado detrás del conductor, en medio de ambos se situaría la otra mujer, y la posición delantera al lado del conductor queda reservada para el segundo de los caballeros.
Si, por el contrario, no llevamos chofer y el conductor somos nosotros mismos, el orden varía. En este caso si viajamos solos con nuestra pareja, ambos se deben situar en los asientos delanteros. Si van dos matrimonios, los dos caballeros irán siempre delante.
Por otro lado, existe también un protocolo para entrar y salir del vehículo que se encuentra directamente vinculado con el rango que ostente cada uno de los pasajeros. En este sentido entra primero en el automóvil la persona de mayor rango, y en igualdad del mismo, el de mayor edad. La entrada se producirá por el lado trasero contrario al del asiento que ocupa el conductor, y así sucesivamente en función del rango o edad y en el orden de importancia de los asientos, excepto en el caso del asiento central trasero, que en supuestos formales no se utiliza.
Para bajarse del automóvil el orden es el inverso al de la subida. Es importante señalar que una vez que hayamos descendido del vehículo, si debemos desplazarnos alrededor del automóvil, siempre se debe hacer por su parte posterior, y nunca se debe pasar por la parte delantera del automóvil.
Considerando que lo más habitual será que seamos nosotros los conductores de nuestro vehículo, debemos observar determinadas reglas esenciales de comportamiento:
1º) Debe evitarse el tocar la bocina, salvo por razones justificadas de peligro y, por supuesto, deberá de abstenerse de dar voces, gritar improperios o hacer gestos ostensibles de desaprobación a los demás conductores o transeúntes.
2º) Debemos consultar nada más hayan subido nuestros acompañantes si es de su agrado la temperatura o si les molesta el volumen de la radio.
3º) Cuando vaya a subir alguna persona al vehículo, no debemos esperar dentro del mismo, sino que debemos esperar fuera para abrir la puerta a nuestro acompañante, ya que hemos de ser nosotros, en nuestra condición de conductor del vehículo, los últimos siempre en acceder al mismo.
Lucio Rivas
Muchas gracias por el artículo.
ResponderEliminarDe nada. Un placer. Confío sea de interés.
EliminarQué libros recomiendas para aprender sobre indicaciones de protocolo tan ricas como esta?
ResponderEliminarLe recomendaría El Gran Libro del Protocolo de Jose Antonio Urbina.
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