En el año 285 dos hermanos romanos llamados Crispín y Crispiniano fueron a evangelizar las Galias. Estos hermanos ejercían el oficio de zapateros. En el transcurso de su evangelización llegó la persecución del emperador Diocleciano a los cristianos, y una vez apresados y tras soportar insufribles torturas, ambos hermanos fueron decapitados, lo que les convirtió en San Crispín y San Crispiniano. En la actualidad son los patrones de los zapateros y dan nombre a una de las marcas más sobresalientes de zapatos a nivel mundial: Saint Crispin’s.