viernes, 12 de julio de 2019

DOMINGO CARRANZA: LOS MEJORES SOMBREROS PANAMA DEL MUNDO



Domingo Carranza es la sexta generación de tejedores artesanos, y su arte ha convertido sus sombreros hechos a mano en los mejores del mundo. Tejedor artesano desde la temprana edad de 9 años, sus sombreros son muy apreciados en  New York, Milán o Moscú. En 1997 el MOMA (Museo de Arte Moderno) de Nueva York le encargó un sombrero para ser expuesto.



Domingo Carranza

El sombrero panamá es en realidad un sombrero que tiene su origen en Ecuador. Su popularidad ha hecho que surjan innumerables copias e imitaciones, todas de menor calidad. Los verdaderos y auténticos sombreros panamá son de una calidad artesanal excepcional y difíciles de encontrar.

El nombre de panamá para este sombrero proviene del hecho de que se popularizase por parte de los ingenieros que dirigían la ejecución de las obras del canal.



Los auténticos panamás se hacen en Ecuador sobre la base de la finura del tejido manabí ecuatoriano. El sombrero panamá, también denomiado sombrero de paja-toquilla o jipijapa, se confecciona de las hojas trenzadas de la palmera denominado técnicamente carludovica palmata.



Los mejores sombreros del mundo son los denominados finos de Montecristi, que es una zona muy concreta de Ecuador que abarca diversos municipios y dentro de estos los que gozan de mayor fama son los tejidos en la localidad de  Pile, donde vive nuestro admirado maestro Domingo Carranza. Hoy día sólo permanecen una docena de tejedores ecuatorianos capaces de hacer artesanalmente estos excepcionales panamás, siendo Domingo Carranza el artesano que goza de mayor prestigio y reconocimiento.


El resultado es un sombrero siempre elegante, que puede ser utilizado tanto con indumentaria formal como informal, y tanto por caballeros como por damas.




El sombrero hecho en Ecuador con 'carludovica palmata' fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco, el 5 de diciembre de 2012.




Domingo Carranza señala, atendiendo al clima, a los días de lluvias y a las condiciones de alta humedad, los días idóneos para llevar a cabo la recolección de la materia prima en los bosques de Pile. El toquillal favorito de Domingo Carranza,  está a tres horas a pie desde su casa, por un camino de herradura, imposible para cualquier vehículo a motor. Normalmente se levanta muy temprano junto a su hijo Javier, quien prepara las cuerdas, los machetes y las botas. Al llegar al toquillal tras una minuciosa inspección, se escogen los tallos que se van a cosechar, se revisa la salud del bosque en general, y con cortes limpios del machete se van recolectando los tallos verdes.



Esta técnica de tejido, autóctona y exclusiva de Pile, es la única que permite conseguir sombreros de paja toquilla, con más de 60 puntos por pulgada lineal, lo cual es la calidad suprema en el mundo de los sombreros extra finos. La plantilla, que es la parte circular que cubre el plano superior de la cabeza llega hasta 30 cm. de diámetro. Se empieza a tejer con 8 briznas de paja que Domingo Carranza escoge de forma muy esmerada.



La admirable especialización de Domingo, me lo demostró el día de mi entrevista con él, a la que acudí destocado de mi sombrero, que portaba en la mano y con un simple golpe de vista me espetó casi inmediatamente que mi sombrero era de Cuenca (capital de la provincia ecuatoriana de Azuay), cosa que yo desconocía.

Con el gran maestro Domingo Carranza

Una vez que tienes la posibilidad de tener en tus manos un sombrero artesanal de Domingo Carranza es cuando sin necesidad de ser experto, se percibe con claridad la diferencia, y es que no existe en el mundo un sombrero igual. 

La artesanía no está reñida con las nuevas tecnologías en cuanto a la comercialización, y aunque Domingo necesite varios meses para hacer un sombrero, pueden encargarse y adquirirse a través de internet en:



Lucio Rivas

2 comentarios:

  1. Viví, hace mucho tiempo en la provincia de Azuay, Ecuador y en esos tiempos, utilizaba para mis recorridos por los campos desde Cuenca, su capital, hasta la zona costera de esa provincia, Shumiral, el sombrero Panamá, de paja toquilla.
    Ahora estos últimos años, cuando he regresado con frecuencia, solamente se me ocurrió traer como regalo a un buen amigo que utiliza normalmente sombrero, uno de toquilla,de Cuenca, de los buenos, no sé si de Don Domingo Carranza, pero si que era de los buenos y no de falsificación.No sabéis que ilusión le hizo pues era bien conocedor de la excelencia de esta artesanía azuaya.
    Todavía podría contar alguna anécta más sobre el reconocimiento mundial de esta singular artesanía, pero sería largo y aburrido.

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    1. Sería sin duda interesante. Muchas gracias por su comentario.

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