AMERICANAS DIFERENTES (PARTE I): LA AMERICANA DE COLOR ROJO

La utilización informal del color rojo, nos permite una amplia combinación de texturas y colores.


Una vez que hemos tratado las americanas que no deben nunca faltar en el armario de un caballero, que son las clásicas blazer y tweed, hemos de centrarnos en aquellas otras que son diferentes y que nos ayudan, no sólo a definir nuestra personalidad, sino también a crear nuestro estilo propio y particular. Al referirme a americanas diferentes no quiero hacer mención a aquellas que integran el armario habitual, como son las grises o marrones, por ejemplo. Cuando me refiero a americanas diferentes quiero hacer mención a aquellas que no son en absoluto habituales. A través de estas entregas vamos a ir dando a conocer esas otras americanas de colores muy poco frecuentes y poco vistos, para ver como se les puede sacar el máximo partido.
El hecho de portar una americana de tonos o de colorido no sea el habitual nos permite diferenciarnos del resto de los caballeros, destacando nuestra personalidad, posibilitando además, un amplio abanico de opciones cromáticas fuera de lo convencional. No olvidemos mi máxima que para ser elegante hay que ser diferente.
En esta primera entrega trataremos de una americana inusual, por lo poco vista que resulta, y no es otra que la de color rojo.

Esta americana yo la suelo utilizar como indumentaria marcadamente informal por lo fuerte de su color. No olvidemos que el color rojo es un color que se utiliza convencionalmente para las indicaciones de peligro, por lo que su impacto visual es siempre muy fuerte, no pasa nunca desapercibido y además inconscientemente provoca un semi estado de alerta en quien lo percibe.
Toda esta premisa cromática nos obliga ser muy prudentes en su utilización. No obstante, demostraremos que podemos obtener resultados sorprendentemente elegantes con una chaqueta roja.

 

USO INFORMAL
La utilización informal del color rojo, que es como yo suelo utilizar esta americana, nos permite una amplia combinación de texturas y colores.
En primer lugar es conveniente tener en cuenta que la intensidad del color nos obliga a rebajar la tensión cromática con un pantalón de colores pálidos, como el blanco o crema.

En estos casos queda siempre muy bien un calzado a juego con la americana, por lo que los zapatos y calcetines de color granate, bermellón, burdeos o rojo son muy indicados. En cuanto a la camisa yo me decanto, tratándose de indumentaria informal, por camisas de cuadros, aunque en honor a la verdad debo manifestar que el blanco es siempre perfecto y las rayas también lo son pudiendo ser estas azules suaves. Debemos huir de todos aquellos tonos de camisas que sean de colores rojos muy intensos para evitar recargar, a través de una saturación cromática, el ya de por si fuerte color de la americana.

 

USO FORMAL

Me refiero al uso formal, cuando la americana va a ser utilizada con destino a lugar de trabajo de oficina, reuniones sociales o actos que exigen el uso de corbata. El color rojo no es estrictamente formal por lo que la utilización este color de americana no es aconsejable para eventos sociales en los que rija el máximo formalismo.

 

 

Para estos casos hay varias premisas que debemos tener siempre presente, y que son reglas básicas. En  primer lugar la corbata o pajarita siempre deben tener elementos de color que recuerden, aunque sea levemente al color de la chaqueta, es decir, el rojo. Esas armonías o reminiscencias crearán un equilibrio que sin darnos cuenta logrará un efecto perfectamente idóneo.

 

 

En segundo lugar si nos decantamos por un pantalón muy formal de vestir, es decir, que no sea el referenciado anteriormente del blanco, beige o crema, hay una regla esencial, y es que la corbata debe en este caso siempre armonizar con el color del pantalón. De este modo nunca nos equivocaremos. Los pantalones de vestir que mejor combinan con una chaqueta roja son los grises o negros.

Por último la camisa es un elemento muy versátil que permite cualquier gama de colores siempre que no sean muy llamativos y que no creen distorsiones con la chaqueta.

 

El pañuelo de bolsillo pude tener algún elemento que combine con la camisa, pero sobre todo en este caso debe mantener algún elemento que refleje el rojo de la chaqueta por muy tenue que sea, ya que este detalle siempre creará un conjunto amónico.

Lucio Rivas