El blanco en muchas ocasiones no es considerado como un color, por eso se denomina acromático, es decir, sin color. Representa la máxima claridad y es el tono que más rechaza las temperaturas altas, por eso se convierte en una prenda esencial en verano.
De todas las prendas blancas que podemos vestir, el pantalón es seguramente la más interesante ya que, por ejemplo, las camisas blancas las llevaremos siempre y en todo caso tanto en invierno como en verano, y tanto a nivel formal como informal, pero por lo que respecta a los pantalones, estos sólo tienen cabida en color blanco para indumentaria informal.
El color blanco y, en general los tonos claros, tradicionalmente han sido considerados como los tonos que deben utilizarse en los meses de calor, mientras que los colores oscuros quedaban reservados para estaciones más frías. Si bien esto es cierto, no obstante, hemos de manifestar que lo verdaderamente importante para cada estación es el tipo de tejido utilizado, más que el tono o el color, por lo que cada vez resulta más frecuente que se puedan utilizar unos pantalones de color crema, o incluso blancos, fuera de la temporada estival con resultados siempre muy interesantes.
La gran ventaja que tienen los pantalones blancos es que son susceptibles de combinar con cualquier camisa, chaqueta o calzado. Esta versatilidad no debe suponer una total relajación en cuanto a la observancia de unas mínimas normas elementales para su correcto uso.
Entre estas normas a tener presente siempre tendremos que considerar que el pantalón blanco genera siempre contraste con lo que lo armonicemos, y contraste tiene un límite, y es que no debe ser excesivamente fuerte o marcado. Por ello huiremos siempre de combinar los pantalones blancos en el color negro, lo que nos obliga a no usar chaquetas de ese color ni zapatos negros. El resultado será vulgar y nada elegante, porque combinamos colores radicalmente opuestos.
Para posibilitar una relación cromática armónica tendremos que rebajar algún grado el color de las prendas que pretendamos combinar con los pantalones blancos. En este sentido, el color ideal será siempre el azul marino, que utilizándolo tanto en la chaqueta como en el calzado, nos garantiza un resultado siempre perfecto.
Por lo que respecta a la camisa, esta ha de ser siempre de cualquier color e intensidad, siempre que no sea blanca, ya que generaría un exceso de saturación del color blanco.
Por lo que respecta a la camisa, esta ha de ser siempre de cualquier color e intensidad, siempre que no sea blanca, ya que generaría un exceso de saturación del color blanco.
El color blanco en la camisa sólo estaría aceptado si lo vestimos con americana de tonos más oscuros, y siempre que no nos vayamos a desprender de ella.
Lucio Rivas
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