El calzado que hace el artesano japonés Imai Hiroki, no deja indiferente a nadie, porque cuando parece que los zapatos masculinos han alcanzado todas las cotas de diseños posibles, sus creaciones artesanales se encargan de demostrarnos lo contrario.
Imai Hiroki, aunque no lo parezca, bebe de las fuentes clásicas de los zapatos europeos, ya que su formación se forjó en el viejo continente. Primero en Francia y posteriormente en Italia bajo las órdenes del maestro artesano Giuseppe Beltramo.
Fiel convencido de que el trabajo artesanal es la esencia del calzado de calidad, trabaja desde su taller en la ciudad de Himeji.
Todos sus zapatos están rigurosamente hechos y pintados a mano.
Esa labor artesana se comprueba hasta en los más mínimos detalles, y toda creación suya responde a la minuciosa labor que hace él personalmente y sus dos ayudantes.
No admite más trabajadores para evitar perder la calidad artesanal que con tanto ahínco defiende.
Los zapatos los hace exclusivamente por encargo y están personalizados en todas las sugerencias del cliente.
Existe una gran dificultad para poder encargar unos zapatos a Imai Hiroki porque no se venden a través de internet, únicamente es posible a través de presentaciones privadas a puerta cerrada o directamente visitando su taller.
Cualquiera que vea sus creaciones le costará creer que su formación es europea, porque sus creaciones están hechas para el gusto japonés.
Destaca de su estilo el atrevimiento, los colores inusuales y los diseños diferentes. Pero sobre todo debe destacarse el absoluto dominio de la técnica artesanal de la pátina, que es donde logra crear las mejores piezas.
Imai Hiroki consigue alcanzar con la técnica de la pátina niveles sorprendentes nunca antes imaginados, elevando esta artesanía a la categoría de arte.
Lucio Rivas
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