LA FLOR DEL OJAL

La flor en el ojal de la chaqueta, levita o americana, recibe la denominación de botonier o boutonier, palabra que procede del francés boutonnière, que significa ojal.

La flor en el ojal más que un complemento es un adorno, o una decoración de carácter floral usada por los caballeros, y consiste en portar en el ojal una flor, bien de tela o natural, que incluso puede ser un pequeño ramillete floral. 

En la actualidad la flor en el ojal se reserva para ocasiones especiales en las que se requiere tener una presentación más formal en la vestimenta, en este último tipo de eventos tiene también la función de destacar a los invitados más importantes.

Por otro lado, cuando no nos vestimos para un evento de especial formalidad, es decir, cuando nuestro atuendo se basa en traje ordinario, la flor natural se sustituye por una flor de tela o más comúnmente de fieltro. 

La flor debe utilizarse siempre en el ojal de la solapa izquierda, es decir, la del lado del pañuelo, y el tallo se sujeta generalmente a través de una sujeción, que a modo de lazo o bucle se encuentra en el reverso de la solapa, y que en la actualidad ha desaparecido de las chaquetas, salvo en levitas hechas a medida. 

La flor más comúnmente utilizada es el clavel, y los colores son sólo dos: el blanco y el rojo.

El blanco debe ser utilizado cuando vestimos con chaquet negro o esmoquin precisamente para que destaque por el contraste que genera.

Por el contrario, cuando vestimos con esmoquin de americana blanca el idóneo es el clavel de color rojo.

Fuera de los atuendos formales, es decir, cuando vestimos con traje o americana convencional, si utilizamos flor en el ojal es conveniente que esta sea de fieltro, ya que la flor natural es excesivamente formal y debe reservarse únicamente para los atuendos más ceremoniosos.

En estos casos se pueden utilizar más colores que el blanco o rojo, y el color a utilizar debe ser siempre el del color de la corbata o pajarita. Para ello debemos prestar mucha atención al color del pañuelo de bolsillo porque no pueden ser coincidentes con el de la flor.

No obstante, si seguimos con atención las instrucciones que en este blog hemos dado con respecto a como debe combinarse el pañuelo de bolsillo, no tendremos ningún problema en cuanto a la combinación de colores ni la armonía de la flor, la corbata y el pañuelo, de conformidad con el siguiente esquema:

PAÑUELO combina con el color de la CAMISA

FLOR combina con el color de la CORBATA.

Estos son ejemplos de la regla principal:

 Con esta sencilla regla de tres tendremos solventado el dilema. No obstante, pueden buscarse armonías diferentes, pero siempre buscando el necesario equilibrio.

Si observamos esta sencilla regla nunca se producirá una saturación cromática entre los elementos intervinientes, que por encontrarse en tan reducido espacio no es fácil de solventar.

Para ello hemos de evitar en todo caso, los siguientes errores:

- La combinación de flor y pañuelo no es la más acertada, porque la vista se desvía de la corbata, y la atención se concentra en la flor. Además se rompe la armonía porque una flor del mismo color que el pañuelo crea un peso cromático tal que desequilibra la estética del conjunto:

- Hemos de ser prudentes con las dimensiones del adorno floral, para evitar dar la sensación de ser el hombre anuncio de un vivero o de una floristería:

- Si usamos una flor, debemos utilizar siempre pañuelo de bolsillo. Y si sólo vamos a utilizar uno solo de estros elementos, lo más conveniente es que tenga  prioridad el pañuelo.

- La flor de tela debe ser también de moderadas dimensiones, y nunca debe utilizarse cuando la camisa sea precisamente estampada de flores. 

- Nunca deben ser del mismo tono la corbata, el pañuelo y la flor porque la saturación de un mismo color resta elegancia al conjunto, por lo monocromático que resulta, ya que en este caso da la sensación de que sobra algún elemento.

Lucio Rivas