Los elementos que constituyen arte del buen
gusto y del refinamiento, son la elegancia, la clase y la distinción, que se
erigen en los pilares básicos de una sociedad que se precie evolucionada.
Vamos
a desglosar cada uno de estos conceptos, que son escalones sucesivos de la
actitud vital del individuo.
LA ELEGANCIA. La elegancia ha sufrido a lo
largo de la historia una evolución, que no modificación, de lo que constituyen sus
elementos esenciales. Sin embargo, nunca el significado de la elegancia ha estado
tan confuso como en la actualidad. De hecho se utiliza el término “elegante” para
muchas finalidades, refiriéndolo con frecuencia para objetos, olvidando que
tiene un componente marcadamente subjetivo e indisolublemente ligado a la persona.
No en vano el término latino elegantia
está vinculado con “elegere”, que en
latín significa elegir, que es una cualidad exclusiva de la esencia humana, y no
de los objetos. Los humanos elegimos y se supone que siempre tendemos a elegir
lo mejor.
El segundo problema con el que se
enfrenta la elegancia es que se confunde habitualmente con otros conceptos
diferentes de lo que constituye estrictamente la elegancia, como belleza,
estilo, glamour, lujo, galanura, cortesía …
Los duques de Windsor y Kent - Voxsartoria |
La elegancia no es más que el arte
del buen gusto y del refinamiento, pero no solo en el vestir sino en la actitud
ante la vida y, especialmente en la relación con nuestros semejantes. Es una
lástima que las definiciones que habitualmente existen sobre el concepto
elegancia se refieran exclusivamente a la elegancia en el vestir, pero la
elegancia es un término mucho más completo y va más allá de la simple
indumentaria. La elegancia es una forma que posee el individuo de comportarse
en sociedad. En definitiva, constituye una forma de ser.
L.R.
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