Una
vez analizado el término elegancia, pasemos a analizar el segundo de los
conceptos esenciales del ser humano en sociedad, de los que dan nombre al
presente blog: la clase.
El concepto de la clase nunca puede ir
desvinculado del hecho de que se trata de una cualidad que se atesora y se
posee. Por eso, la clase siempre debe ir acompañado del verbo tener. Decimos
“tener clase” o “tiene clase”. Esto significa que estamos en presencia de una
cualidad que es innata de la persona en cuestión. Uno puede comprar un atuendo
elegante pero no puede comprar la clase. Lucir una prenda elegante no significa
que se tenga clase. La clase no se adquiere, simplemente se tiene o no se tiene.
Guy de Rothschild |
El tener clase supone el hacer gala de forma
espontánea, natural y sencilla de unos ademanes y un comportamiento que tradicionalmente
ha resultado propios de una determinada clase o categoría social, que es la que
tradicionalmente ha atesorado esos valores. Precisamente el concepto tener
clase viene de ahí, es decir, de actuar como lo hacen quienes pertenecen a una
determinada clase social, que es la clase de más rango socio cultural.
L.R.
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