LAS PINACOTECAS ESENCIALES DE AMSTERDAM

Parte de mis vacaciones las he disfrutado este año en los Países Bajos. Visita obligada es Amsterdam y en esta ciudad todo amante del arte debe forzosamente visitar el Rijsmuseum y el Museo de Van Gogh.

Explanada del Rijsmuseum

El Rijsmuseum se encuentra en un precioso edificio construido por el arquitecto holandés Pierre Cuypers, quien combinó elementos góticos y renacentistas y lo decoró con referencias a la historia del arte holandés. El edificio se encuentra en la Museumplein (Plaza de los museos), cerca del Museo van Gogh, y goza de variados y completos servicios, como el de restaurante, de carta limitada pero variada, que nos permite hacer un alto en el camino para reponer fuerzas y continuar con nuestra visita. 

Interior del Rijsmuseum

El museo alberga pintura holandesa de los siglos XVIII y XIX, pintura de escuelas extranjeras, historia de los Países Bajos, artes Decorativas, casas de muñecas, platería y bronces, cerámica de Delft y mobiliario. De toda la colección por lo que verdaderamente destaca el museo es por la excelente colección de pintura flamenca y holandesa, que es en lo que debe centrarse el visitante pata optimizar el tiempo de dedicación a este museo, especialmente para visitar las obras de Frans Hals, Rembrandt y Johannes Vermeer, que por sí solos atraen a la mayor parte de los visitantes del museo. De Hals destacan las obras: El alegre bebedor, Retrato matrimonial de Isaac Abrahamsz Massa y Beatrix van der Laen y La compañía del capitán Reijnier Reael o La magra compañía.

 

Ronda de noche

Rembrandt cuenta con un amplio repertorio: Autorretrato de joven, Autorretrato como el apóstol Pablo, Jeremías lamentando la destrucción de Jerusalén, Retrato de Johannes Wtenbogaert (adquirido en 1989), Tetrato de Mari Trip, Isaac y Rebeca (La novia judía), Los síndicos del gremio de los pañeros y Milicianos de Ámsterdam al mando del capitán Frans Banninck Cocq, gran cuadro más conocido como La ronda de noche, que es sin duda la obra estrella del museo, y no es para menos, ya que contemplándolo al natural se percibe que se trata de una obra verdaderamente espectacular.

La lechera de Vermeer

Muy diferente en tamaño pero no en calidad, es el segundo cuadro que más atracción provoca, La Lechera de mi admirado Vermeer. Un óleo sobre lienzo de apenas 44 por 41 centímetros que para mí es la pintura más perfecta nunca ejecutada. La precisión y destreza técnica con pinceles de uno o dos pelos es magistral. La armonía de colores y objetos, la paz que trasmite, la sensación de introducirnos como espectadores en una escena cotidiana del siglo XVII es absolutamente insuperable.

La callejuela

No quiero dejar de mencionar el cuadro La callejuela también de Vermeer, menos conocido que La Lechera peo no menos impresionante. Al natural se pueden apreciar unos detalles que suponen una precisión pictórica admirable.
Otros pintores destacados cuyas obras se encuentran en el Rijmuseum son: Hendrick Avercamp, Bartholomeus van der Helst, Pieter de Hooch, Gerard ter Borch, del que debe destacarse la Muchacha vestida de campesina, Retrato de Helena van der Schalcke, La conversación galante o La amonestación paterna, Gabriel Metsu, Jan Steen, del que destacaría El Día del Príncipe, El aseo, La fiesta de San Nicolás y La familia alegre.

Por su parte el Museo Van Gogh es un espacio diferente a lo que se considera un museo convencional, ya que desde el primer momento sorprende por su extrema informalidad, por la existencia de un espacio para tomar copas con música, etc…
El museo posee más de 200 pinturas de Vincent van Gogh, de todos sus periodos de creación, y unos 400 dibujos. Entre las obras principales expuestas se encuentran los famosos cuadros de Los comedores de patatas, La recámara de Arlés y una versión de Los girasoles.

Los Girasoles

Quizá pueda herir algunas susceptibilidades, pero no puedo dejar de comentar que los lienzos más famosos de Van Gogh no gozan de mi predilección. El cuadro por ejemplo de “Los comedores de patatas”, directamente no me gusta. Van Gogh es un pintor cuya obra no admite indiferencia, es como la música de Mahler, la adoras o la aborreces.  

Por su parte es muy interesante la versión de Los Girasoles expuesta, pero considero que existen obras mucho más fascinantes del propio Van Gogh dentro del museo.

Van Gogh se caracteriza por la extremada fuerza de su pintura. En mi opinión Van Gogh es el pintor donde se refleja más claramente la idea de que su obra precisa ser contemplada siempre al natural. Del mismo modo que muchos pintores cuya obra es conocida y admirada por ilustración o láminas, llegan a decepcionar cuando se contempla al natural una obra suya, con Van Gogh sucede lo contrario. No hay más que acercarse al Museo Thyssen o, como me ocurrió a mi ante sus obras del Museo D’orsay de París.

 

Flor de Almendro

Del museo que lleva su nombre yo destacaría dos obras verdaderamente espectaculares y que no se suelen considerar entre las más  famosas del pintor holandés. Por un lado “Almendro” o también conocida como “Flor de Almendro”, demuestra la clara influencia de artistas japoneses y es una magistral obra de arte donde maximiza lo accesorio.

 

Paisaje marino en Saintes-Maries

Otra de la obras obras que yo destaco del museo es “Paisaje marino en Saintes-Maries”, caracterizada por pinceladas, o más bien apasionados brochazos, que suponen una vuelta de tuerca más al concepto de la pintura impresionista, cosa que nadie había podido hacer.
El color intenso, la tensión en el movimiento y la vibración de las formas, hacen que en la obra de Van Gogh esté siempre latiendo un poder dramático y emocional único.

El museo destaca también por la colección de obras de artistas del siglo XIX iniciada por el hermano del artista Theo van Gogh, y que ha sido extendida continuamente con recursos de la fundación, de modo que el museo cuenta con obras de artistas como: Boulanger, Caillebotte, Courbet, Couture, Gauguin, Manet, Monet, Pissarro, Puvis de Chavannes, Seurat o Toulouse-Lautrec. Esta variedad posibilita la contemplación de muchos y variados artistas, si bien la colección resulta en ocasiones demasiado heterogénea y con escaso nexo de unión entre estilos.
Por último, debo señalar que la iluminación de los cuadros es mejorable.

Lucio Rivas