LAS MANGAS DE LA CAMISA EN RELACION CON LAS DE LA CHAQUETA

 

Uno de los errores más comunes que pueden ser apreciados en la indumentaria de los caballeros es la falta de ajuste entre la manga de la chaqueta y la manga de la camisa. La relación entre ambas resulta esencial para obtener un impecable resultado a la hora de vestir con elegancia.

 

El puño de la camisa siempre debe sobresalir del de la chaqueta, de tal forma que pueda apreciarse la camisa y crear contraste sobre la tela de la chaqueta.

 

 

Cuando el puño de la camisa no se aprecia, no resulta visible o no supera el largo de la chaqueta,  el resultado no puede ser menos favorecedor ni menos elegante.

El error más frecuente a la hora de vestir, como podemos observar por nuestras calles, es el excesivo largo de las mangas de la chaqueta, que en algunos momentos puede alcanzar niveles de verdadero esperpento, como es llegar a la altura de los nudillos.

Esta falta de diligencia a la hora de intentar cumplir con las normas estrictas de la elegancia clásica, tiene su origen en el conformismo a la hora de vestir cuando se hace con trajes o chaquetas de confección. 

 

Es decir, para que nos abotone bien una chaqueta a nuestro contorno, muchas veces resulta necesario que la talla sea superior a la que necesita nuestro largo de mangas. 

 

Esto significa que debemos de tener criterio a la hora de comprobar cómo nos queda una chaqueta. Para ello es indispensable que nos la corte un buen sastre y, si no es posible por las razones que fueren, al menos acudir a una medida industrial, que nos permita decidir sobre el largo de nuestra americana.

 

 

Si tiene que sobresalir la manga de la camisa sobre la de la chaqueta, ¿significa que la manga de la camisa debe ser más larga que la de la chaqueta?.

La respuesta debe partir de la premisa de que los largos de ambas prendas no deben ser coincidentes, porque cada una de ellas tiene su propia longitud. Un error sería considerar que el largo de las mangas es uno nada más. Cuando en realidad el largo de una manga no es el mismo para todas las prendas. El largo de una camisa no es el mismo que el largo de una americana, ni el mismo que debe tener un abrigo o un jersey.

En lo que aquí nos interesa debemos señalar que el puño de la camisa debe llegar exactamente donde se inicia la muñeca. Para esto debe tapar el límite del hueso carpiano que sobresale.

Por su parte, la chaqueta deberá permitir que asome la camisa dos centímetros por encima de la manga de aquella.

La norma clásica británica, señala que la camisa debe sobresalir una pulgada. Cuando hablamos de pulgadas nos referimos a la pulgada inglesa que es 25’4 milímetros, y no a la pulgada castellana que son 23’22 milímetros.

Desde el punto de vista práctico comprobamos que donde menos sobresale la camisa por encima de la chaqueta es en los trajes de los sastres ingleses, mientras que los trajes o chaquetas italianas permiten que asome la camisa algo más que en los países anglosajones. En mi opinión, me gusta más que la camisa sobresalga como mínimo dos centímetros y medio o incluso tres.
 

Lucio Rivas