El pasado día trece de Julio el Club de El Aristócrata se reunía para el que ha sido uno de los eventos más especiales de los últimos tiempos. Con el nuevo concesionario de Bentley como incomparable marco y los más exclusivos automóviles británicos siendo el centro de atención, el Club tuvo la ocasión de conocer más en profundidad, además de esta casi centenaria casa de vehículos, los mejores cigarros y jamón, regados con uno de los mejores champagnes que existen, el champagne Sanger, que es un habitual en el club desde hace ya algunos meses.
La velada comenzó en la planta principal de la sede de Bentley Motors en Madrid. Javier Arias, director general, habló acerca de los cambios que se han producido recientemente en la marca, como son su separación de Rolls Royce y la evolución de sus modelos. Esto ha llevado a la casa a ser más fiel a sus orígenes: W.O Bentley creó una visión extremadamente personal de lo que para él, debía ser un automóvil. Esto fue en una época en la que la práctica totalidad de los automóviles estaban pensados para llevar a su propietario en la parte de atrás, mientras que Walter Bentley pensó en el conductor: eran vehículos para ser conducidos por su propietario, con la intención de que hacerlo fuese un deleite. Esta filosofía se diluyó durante algunos años, pero actualmente es algo que vemos retornar con fuerza en la marca desde su escisión de la más seria pero igualmente elegante Rolls Royce.
La historia de Bentley está intrínsecamente ligada a esa filosofía. Es por ello que quién la conozca, sabrá que es una de las marcas de automóviles que ha generado más anécdotas que resumen a la perfección el optimismo y excesos de los años 20 que ninguna otra. Conocidos son los llamados "Bentley Boys", que durante los años 20, además de salvar a la empresa comprando acciones cuando esta estaba al borde de la quiebra, crearon un exclusivo club de caballeros con un afán por la velocidad y capacidad para beber champagne que difícilmente eran igualables. Debido a esto, la imagen de marca que atesora Bentley es única, y es algo a lo que con los últimos cambios se está retornando: Una casa que piensa en el conductor, y no únicamente en el lujo del pasajero.
A la derecha Javier Arias de Bentley |
Por otro lado y con ese contexto, el resto de elementos que conformaron la velada habían de estar a la misma altura. Para ello se optó por un jamón de Joselito, que goza del mismo estatus en la gastronomía que Bentley en el mundo del automóvil, de la misma manera que los cigarros de Davidoff y el Champagne Sanger.
Tomó la palabra el Presidente del Club El Aristócrata, D. Lucio Rivas, para agradecer la presencia de los asistentes y hacerlo extensivo a las marcas que allí concurrían, todas unidas por un denominador común: la artesanía y el refinamiento extremo, que es en definitiva la filosofía del Club El Aristócrata.
Gracias a la labor de D. Miguel Molina, director de comunicación de Joselito pudimos conocer exactamente cómo se cura un Jamón Joselito y de qué manera permite el exepcional clima en el que están ublicados, prescindir de la curación en cámaras frigoríficas en favor de una curación natural totalmente tradicional, aunque el trabajo sea exquisito desde el comienzo mismo de la vida del cerdo Joselito.
Gonzalo de León embajador de Davidoff |
Davidoff, por su parte, optó por seleccionar para el evento el cigarro que el Presidente del Club El Aristócrata, gran entendido en puros, considera el mejor del mundo: el Nicaragua Toro. Este es un cigarro, que en palabras del embajador de la marca, D. Gonzalo de León, cuenta con tres sabores marcadamente distintos, que evolucionan según se va fumando el puro. Comienza con notas especiadas, algo picantes, para pasar a la tradicional mezcla Davidoff de chocolate dulce con algo de amargor; haciéndose el amargor más prominente hacia el final del cigarro.
Yves Sanvoissin de Sanger, el mejor champagne del mundo |
La marca de champagne Sanger seleccionó para tan exquisito evento su Tango Paradoxe desde el comienzo, un rosado suave que cambió al final de la velada, cuando se comenzaron a encender los cigarros, por un Blanc de Blancs, sublime como siempre.
Con un incomparable contexto automovilístico, los miembros del club pudieron disfrutar de estas delicias para el paladar en un evento que consiguió sin duda, aunar muchos de los elementos que puede considerarse conforman el disfrute por el buen gusto.
Javier Valencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario