El lino constituye uno de los tejidos más extendidos en el mundo. Su cultivo y su hilatura es conocido desde el origen de la civilización.
Este tejido se caracteriza por ser muy cómodo y fresco. El lino tradicionalmente ha gozado de la consideración de ser un tejido muy elegante.
El cultivo del lino, así como el proceso de producción de su fibra, es un proceso que resulta muy caro, lo que hace que el tejido tenga siempre un coste elevado. Por esa razón, y con la finalidad de reducir su coste, la fibra de lino generalmente es mezclada con otros tejidos como, por ejemplo, el algodón. Esta mezcla lejos de lo que pudiera parecer, no disminuye sus cualidades debido a la alta calidad que atesora el lino.
El lino es un tejido aislante, lo que ayuda a conservar el frescor en verano. También se caracteriza por su alta resistencia, por lo que las prendas de lino pueden durar mucho tiempo. Una de las más interesantes cualidades del lino es la facilidad y rapidez de su secado. Además se auto regula térmicamente, lo que le permite adaptarse perfectamente al clima.
En cuanto a los inconvenientes, hemos de manifestar que se trata de un tejido bastante rígido y poco elástico. Pero este aparente inconveniente puede convertirse en una virtud si se utiliza para prendas que necesiten ser más estructuradas como trajes, pantalones o americanas. Si lo utilizamos para nuestras camisas, esa rigidez provocará siempre un marcado carácter informal, porque el lino se arruga con excesiva facilidad.
Por todo ello, el lino es un tejido perfecto para mantener la elegancia en periodo estival sin sufrir las adversidades del exceso de calor.
Lucio Rivas
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