LA ELECCIÓN DEL PAÑUELO DE BOLSILLO CUANDO VESTIMOS CON CHALECO

Como ya hemos puesto de manifiesto en algunas entregas anteriores, y partiendo de la base de que no existen principios absolutos e inmutables y que siempre, para cada caso hay excepciones, vamos a establecer las reglas generales básicas de cómo debemos elegir el pañuelo de bolsillo cuando vistamos con chaleco.

Partiendo de la premisa de que nunca el pañuelo debe ser igual que la corbata, y que el pañuelo debe hacer siempre contraste con la chaqueta, sabemos que una opción siempre segura es combinar el pañuelo con el color o los tonos de la camisa.

Pero, ahora bien, hemos de preguntarnos qué ocurre cuando vestimos chaleco, ya que en este caso la tela de la camisa resulta casi imperceptible, porque únicamente queda a la vista el cuello y los puños, porque aparece oculta bajo el chaleco. Esto significa que el chaleco queda más a la vista que la camisa, por lo que la existencia de este tercer elemento supone, en alguna ocasión, una modificación de la regla general para la elección del pañuelo. 

Las combinaciones son las siguientes:

1º) CHALECO EN TRAJE DE TRES PIEZAS.

En este caso debemos mantener la idea básica, que desde aquí siempre he predicado, de combinar el pañuelo con la camisa. Cuando vestimos chaleco en un traje de tres piezas, o cuando el chaleco es igual que la chaqueta, la camisa utilizada nos va a dar la pauta del color del pañuelo. Esto es así, porque si tenemos que conseguir contraste entre el pañuelo y el color de la chaqueta, únicamente podremos encontrarlo si lo combinamos con la camisa, ya que no existe otro elemento con el que poder armonizar al ser iguales la americana y el chaleco. Esta armonía siempre será perfecta. Esto no impide que puedan hacerse otras combinaciones, incluso más atrevidas, pero esta que aquí señalamos es la combinación básica y que supone una garantía de acierto.    

Por el contrario, la dificultad la encontramos cuando introducimos lo que hemos denominado en otras ocasiones chaleco impropio, esto es, cuando vestimos un chaleco que no forma parte de un traje de tres piezas y, por lo tanto, su tela difiere de la de la chaqueta, para estos casos las reglas son las que expresamos a continuación.


2º) CHALECO DIFERENTE DE LA AMERICANA.
En estos supuestos juega un papel importante la corbata, que se convierte en el arbitro de la elección del pañuelo: 

A) Que la corbata sea del color del chaleco. 

B) Que la corbata sea del color de la americana.

En el primer caso, esto es, si la corbata tiene el color del chaleco, a parte de ser una combinación interesante el hecho de hacer coincidir el chaleco con la corbata, constituye una enorme limitación a las posibilidades cromáticas, lo que nos elimina diversas opciones, quedando como única opción posible, como en el caso anterior, la armonía del pañuelo con la camisa, que además es la opción más elegante de las posibles, en casos como este.  

En el segundo supuesto, esto es, cuando la corbata combina no con el chaleco, sino con la americana, la opción que debemos mantener para la elección del pañuelo de bolsillo es muy sencilla, ya que este debe combinarse con el color del chaleco:  

Debemos mantener esta opción incluso cuando vestimos de manera informal sin corbata:

En todos estos casos debemos tener en cuenta que la clave está en elegir adecuadamente el chaleco porque este es el que nos va a marcar el color del pañuelo.

Lucio Rivas