La historia de la Bauhaus es la historia de la república de
Weimar. Como con cualquier otra corriente artística, para comprenderla, hay que
comprender el contexto histórico y social en el que se enmarca. Tras la primera
guerra mundial y con el nacimiento de la república de Weimar, la antaño
Alemania imperial militarista dominada por Prusia se convierte en el estandarte
de la modernidad, un lugar en el que la innovación artística fue trepidante y
explosiva.
La escuela de la Bauhaus en Dessau |
Fue durante esta época cuando nació la fama, que se
acrecentaría tras la segunda guerra mundial, de que en Alemania se fabrican
productos de calidad. La escuela de la Bauhaus buscaba, al igual que muchos
movimientos anteriores, la vuelta a la calidad tras la aparición de los
mediocres productos industriales parejos a la industrialización. No obstante
hay una diferencia muy notable y es que la Bauhaus en ningún momento rechaza la
fabricación en masa a diferencia de otros movimientos que en su búsqueda de la
calidad se dirigen exclusivamente a lo
artesano. Al contrario, la escuela de la Bauhaus es uno de los primeros
ejemplos del uso del diseño industrial: se trata de conseguir productos de gran
calidad, fabricados en masa y además asequibles. Pero esto tampoco significa
que la Bauhaus reniegue de la artesanía ya que, como reza en su manifiesto, hay
que combinar arte y artesanía.
Formas geométricas y simples - Características de la Bauhaus. Olga González |
La escuela de la
Bauhaus se distingue por unos principios que si bien hoy en día nos resultan
sorprendentes, en su época fueron extremadamente innovadores. Primeramente, es que la función determina la
forma, sin ornamentos innecesarios. Su fundador, Walter Gropius, dictamina en
su manifiesto que en el afán de decorar se ha perdido la función e importa solo
la forma. Es interesante ver como se entienden arte y artesanía de formas
completamente segregadas. Hoy en día, en lo referente a la artesanía, ya sea
ebanistería, trabajo en piel, sastrería, escultura, o cualquier otra forma que
pueda considerarse dentro de este campo, se aprecia un componente artístico.
Esto no era así en 1919, cuando -quizá en todo un alarde de eficiencia y
pragmatismo germánico- y remitiéndonos de nuevo al manifiesto de la Bauhaus, se
habla del artista como improductivo, y del artesano como un creador de cosas
útiles.
"Con el cambio de director, la escuela será víctima de sus propias ideas"
Walter Gropius - Olga González |
Busca la Bauhaus eliminar estas fronteras y conseguir que
el artesano sea artista y el artista de utilidad a su arte mediante la
artesanía. Es destacable el hacer notar la existencia de profesores
provenientes de estos dos grandes campos. Grandes pintores como Kandinsky o
Klee y maestros artesanos eran los encargados de formar a los jóvenes,
permitiendo que estos aprehendiesen ideas, conceptos y maneras de entender la
forma, la función y el diseño muy amplias y diferentes. Esta idea de eliminar
barreras y conseguir la unificación es una constante de gran importancia en la
filosofía de tan influyente escuela de diseño. Con ese afán de unificación se
instruye a los alumnos en muy diversas técnicas de artesanía y arte, con el fin
de que adquieran unos conocimientos y percepción que lleven a un nuevo lenguaje
de diseño total. Estas ideas, y como en todo foco de intelectualismo, cultura y
creatividad que ha existido, permitieron que hubiera una vibrante vida social y
política en la escuela.
Es precisamente la política la que determina la existencia
de la institución a lo largo de su
historia. Si bien la institución no estaba politizada como tal, sus alumnos,
considerados por aquel entonces y sobre todo en la localidad que inicialmente
acogió la escuela, Weimar, que se caracterizaba por ser de carácter
políticamente conservador, como una suerte de punks revolucionarios ruidosos y
gamberros con el pelo largo, se ganaron rápidamente fama de revolucionarios de
izquierdas. Independientemente de esto, nos encontramos ante un periodo en el
que en Europa surgen los radicalismos políticos, desde los fascismos hasta el
comunismo que comienza a cobrar importancia desde la recién creada Unión
Soviética. Una escuela que de forma totalmente novedosa ponía énfasis en el
desarrollo intelectual de la persona, alcanzando las más altas cotas del
individualismo, era una institución que no encajaba con las ideologías
mayoritarias de la época, en las que el grupo, ya fuera una clase social, raza,
o nación, era lo que primaba sobre el individuo.
Póster promocional de la primera exposición |
Con la llegada del partido Nacional Socialista al poder en
la localidad de Weimar en 1924 se termina el apoyo político -y con él, el
económico-a la escuela, que decide cerrar sus puertas y trasladarse a Dessau,
lugar en el que se desarrolló su segunda etapa hasta 1932. Es en Dessau cuando
construye su conocidísima sede de la cual se hablará en la segunda entrega de
la serie sobre la Bauhaus, y cuando acontecen una serie de cambios que llevarán
al fin definitivo de la escuela según su concepción inicial. Con el cambio de
director, la escuela será víctima de sus propias ideas en el contexto que le
tocó vivir, y a pesar de que su último director en Dessau, van der Rohe,
prohibió la política, la reputación ya había sido creada y el partido nazi
llegó al poder en Dessau con la promesa electoral de cerrar la escuela de la
Bauhaus, la cual cumplió. De ahí se trasladó a Berlín, donde duró menos de un
año.
"la escuela de diseño de la Bauhaus se convirtió en un referente para el diseño industrial"
La escuela continuó su andadura en Estados Unidos, cosa que
trataremos en el siguiente artículo de la serie. A lo largo de esta existencia
en Alemania, la escuela de diseño de la Bauhaus se convirtió en un referente
para el diseño industrial, desarrollando elementos de la vida cotidiana con los
que todos hemos tenido relación en algún momento, como es la silla cantilever.
Aunque como fin último, como reza en su manifiesto, tenían la creación de
espacios mediante la arquitectura, fue igualmente influyente su concepción del
diseño y la extraordinariamente revolucionaria aplicación práctica del mismo,
de forma que en apenas catorce años, las ideas salidas de esta institución
siguen dando forma a muchos de los objetos que poseemos hoy en día.
J.V.
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