viernes, 5 de diciembre de 2014

La Distinción

     


Ya hemos tenido oportunidad de analizar los conceptos de elegancia y clase, toca ahora desmenuzar lo que debe entenderse por distinción, que es el último de los conceptos que dan nombre al blog.

  
 


     Este término a mi particularmente me resulta muy apasionante, porque siempre lo he considerado claramente diferente del concepto de la clase, ya visto anteriormente y, sin embargo, se confunde muy frecuentemente con él.




     La distinción es una cualidad de la persona que la separa del resto. Quienes confunden la distinción con tener clase, argumentan que este término, como ya pusimos de relieve, no es más que pertenecer o comportarse como lo hace quienes pertenecen a la clase alta, lo que hace ser distinto y, por lo tanto, distinguido. En mi opinión la distinción está por encima de la clase, supone un plus al concepto de tener clase, es un escalón más en la adquisición gradual de facultades que nos conducen a la elegancia absoluta. La distinción es distinguirse de entre los que tienen la misma clase. Es decir, si hay un colectivo del que podemos decir que tiene clase, siempre habrá alguno de aquellos que sobresalga o destaque por encima de los demás en cuanto que demuestra ser distinto por determinadas cualidades, en suma, distinguirse del resto, eso es la distinción. Para mí la distinción se encuentra más cerca de conceptos como el refinamiento y la cultura. Frente al concepto de tener clase que se encuentra más cercano al concepto de buena educación, y al buen gusto.


   El tener clase sería reconocer que alguien es una persona que está fuera del promedio del resto, mientras que la distinción sería reconocer que esa persona está por encima de los que están fuera del promedio. 



L.R


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